Alma Clooui
Sentir la libertad que se respira en Ibiza fue tan impactante para Priscila Sanjuan que, al conectar con ella, un lazo invisible las dejó unidas para siempre. Así se convirtió en pilar y sostén de su firma de calzado y de ella extrae toda la fuerza que transmiten sus diseños. Del mismo modo, a ella vuelve esa misma fuerza cada vez que ve a una mujer llevando unas Clooui.
La isla blanca reúne toda la simbología que Priscila busca transmitir con sus creaciones. Es libertad para elegir, para vivir. Es luz, la misma que ella necesita los 365 días del año y que ejerce de motor en su vida, pero también en Clooui. El lugar para darse un respiro, para ser tu misma o camuflarte detrás de otra personalidad. Ibiza lleva el ritmo que el visitante desee, calmado y relajante, hasta solitario, o tan inquieto y sofisticado como uno desee. Solo hay que abandonarse a ella para que la magia de la isla haga el resto.
Así emerge la mujer Clooui, alguien que defiende la capacidad de parar para darse un respiro y salirse por un momento (o dos) del ritmo que marca el sistema. Pertenece a este mundo, es todoterreno cuando toca serlo y profesional en cualquier faceta de su vida. Se desvive por los suyos, pero también sabe priorizar y parar cuando es necesario. Por eso le gusta disfrutar de una buena lectura, de un desayuno tranquilo y de una exposición en su ciudad, pero en ocasiones no le importa dejar de ser productiva para dedicarse a sí misma, a alimentar su alma interior como un recurso clave para ser mejor. Para evolucionar. Se trata de quererse y respetarse para poder darse después. “Si yo estoy bien es más sencillo aportar cosas buenas a mi entorno. Priorizarse no es egoísta, es esencial para dar lo mejor de uno mismo”, dice Priscila. Lo hace escribiendo en su diario, practicando deporte y preocupándose por el origen de que tiene en el armario porque, estando informada, siente que toma mejores decisiones.
El estilo de la mujer Clooui es variado y ecléctico. Comenzó como un zapatero de verano y ahora se esfuerza por construir los códigos del perfecto zapatero para todo el año. Por eso, Clooui es para una mujer urbana, a veces más rockera y otras más esencial. Sabe (y valora) las alegrías que le traerá invertir en clásicos de calidad que no pasan de moda. No hace compras por impulso, pero tiene inquietud por la moda, por eso a veces se permite el lujo de añadir una chispa de tendencia a su “uniforme”, es decir, al ADN de su estilo. Diana Vreeland decía: “the eye has to travel” (el ojo tiene que viajar) algo que Priscila utiliza como un mantra, consciente de lo que a ella le ha supuesto para impulsar su creatividad, su carrera y su marca. No en vano, Clooui arranca tras uno de sus veranos en Ibiza... La diseñadora disfruta de sentarse en una cafetería reflexionando sobre la idiosincrasia de sus mujeres pasando frente a ella, absorbiendo toda la información que se extrae de su forma de vestir: “No tiene nada que ver una mujer de París de camino al trabajo con una de San Sebastián dando un paseo por la Avenida de la Libertad”.
Pero el alma de Clooui no solo descansa sobre la isla de Ibiza. Sus pilares son férreos y se afianzan sobre cuatro principios clave: Comodidad, con hormas fabricadas en la provincia de Alicante, sin duda las más confortables del mercado; tacto y calidad de los materiales, utilizando piel de vacuno de alta calidad procedente del excedente alimentario; y atemporalidad, con códigos de diseño limpios y colecciones que permanecen en el armario.
Así es Clooui, una firma que sueña con acompañar a cualquier mujer con la emoción de resistir a las temporadas.